miércoles, 16 de septiembre de 2015

Física bondage





Sí, ahí estaba ella.
Y la vida entonces parecía advertirme de vibraciones emitidas,
en forma de ondas, 
desde el cosmos que constituían todos sus átomos.
Ahí es cuando no pude decir ya más.
¿Cómo hablar sin saber dar parte a esta tregua? 
Finalmente el escritor escribe una única obra durante toda su vida.
“Lars dice que lleva ese tipo de vida porque le gusta
y por eso trabaja para costearse sus gustos.”
Sí, ahí estaba ella.  
Su amigo se llamaba Lars.
Mencionaba eso mientras viajaba dentro de un taxi.
Esa última vez que estuviste en Puerto Vallarta, 
¿recuerdas que fuimos a una pool party en un depa por Mismaloya?
Ahí conocimos a otros personajes, igual o más locos que Lars;
y que hablaron de ir a la inauguración de una galería por el centro cultural “El Cuale”.
Sí, ahí es que estábamos todos juntos bebiendo
y observando los cuadros de una realidad alterna 
Y también charlando con viejos amigos.
Algunos de ellos que tenían planeado mudarse al D.F.
De nuevo, dentro de un taxi, alguien decía: Todo derecho por ésta. 
¿Recuerdas que me preguntaste qué es la oscuridad 
dentro de una habitación de hotel?
En algún momento yo solo quería gritar, pero no pude decir palabra. 
“Te desconozco. No sé en qué te conviertes.”
Las cosas que escucho mientras viajo a bordo del taxi eran de otra índole.
Lo mejor quizá fuera re-escribirlo.
 “La oscuridad es un espejo negro que refleja la luz de la realidad”, le respondí.
¿Cómo hacer para que la otra persona no se preocupe 
por un llanto repentino, mientras se encuentran dos amantes en una cama?
“Lo que estoy tratando de decirte es que solo tienes que tener una visión
en la que enfoques hacia lo que tú más quieres; a lo que te mereces.”
Un rap para pensar irse al D.F., el track se llama Crime & Medicine de Mos Def.
(We ain't got to speak when it's written in the eyes…)
“Estaba pensando mientras estabas dormida…” le dije 
¿Qué es lo correcto para uno que vive con un cosmos dentro de su cabeza?
“Qué curioso, yo estaba pensando mientras dormía.” dijo.
Sí, ahí estaba ella. 
Creo en el amor que se manifiesta por instinto. 
Y cuando dos amantes se han juntado, creo en  una forma de cosmos propio.
“Ahora debes intentar escribirlo de esta forma, fíjate:


Sí, en ese momento no pude decir ya más. Después de pasar toda una temporada saliendo juntos, en su última noche en Puerto Vallarta, decidimos tomar un par de cervezas y sentarnos frente a uno de esos atardeceres que inspiran. Y ella, como en una manifestación de algo que no podía reprimir más, mencionó: Te amo. Como algo que ya desbordaba sus ansias y sus sentimientos más profundos. Y de pronto, yo me detuve en mis pensamientos mientras que con la mirada atravesaba la bahía de punta a punta hasta terminar con nuestras miradas encontradas. Todo en el momento cumbre de tener que decirle algo, no pude decir ya más. La emoción más grande llevada al grado del silencio. Dónde todo estaba dicho por dentro pero tenía que también manifestarlo por fuera de alguna manera; y que ojalá fuera la correcta. Pero no pude responderle ni con un suspiro. A lo que ella, hábilmente, acercó su rostro a mis labios para darme un beso que marcaría toda mi vida a partir de entonces…”

Finalmente, el escritor escribe una única obra durante toda su vida.
Temprano, por la mañana, salimos del hotel
y caminamos hasta su casa. 
Ninguno parecía cansado. 
Ella parecía no tener ganas de discutirlo en ese momento,
pero le pregunté algo referente al futuro. 
“Tienes que saber qué es lo que realmente quieres. 
A veces hasta pareciera  que hicieras todo por no ganarte un premio.”
Cuando dos amantes se han juntado, forman un cosmos propio 
rodeado por una capa de deseo. 
“Te desconozco. No sé en qué te conviertes.”
Al corromperse el deseo, el cosmos queda vulnerable también. 
Rodeado rastros de soles que explotan y se enfrían;
dejando una especie de espejo negro que refleja la luz de la realidad.
"Que tu único mérito no sea el de coleccionar rechazos."
Cuando tuve que regresar a mi casa, 
tome un taxi y, al subir, dije: Todo derecho por ésta.
Y seguía escuchando las ondas sonoras de su voz en mi cabeza.
Las ondas sonoras que también sobreviven en el infinito. 
Sus palabras atravesando la oscuridad, 
antes de que la oscuridad nos consumiera a ambos en una especie 
de bondage alterado.
(Infinito + Infinito = más Infinito)
Sí, ahí estaba ella. 
Yo un tanto más. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario