lunes, 17 de abril de 2017

INAPRENSIBLES

Creer en la palabra Esencia, sabes que solo de eso se trata; aun cuando actualmente ya no se crea en muchas palabras – Aun cuando esta época se más destructiva y variada que cuando Yoshida Kenkō escribiera en 243 fragmentos la Tsurezuregusa, esto hace más de seiscientos ochenta años – «La esencia no se destruye ni se transforma una vez que es creada y la trabajas» dijo ella – La vida sobre las inaprensibles y frágiles historias que se cuentan en la agonía, pero que mantienen una pequeña parte llamada Esencia – «No se cómo te has vuelto cada vez más importante en mi historia», le dije y ella no dijo nada – Inaprensible como su matiz y la causa de mi voluntad para besarla en la época en la que ella usaba regularmente un vestido negro y botas obreras, aun cuando solo fuera para caminar por la playa – Creer en la palabra Esencia como una materia impregnada en el viento y la distancia que los hombres toman cuando sueñan la vida o las ganas de saber qué vale la pena para vivirla – Desnudar la nueva presencia (o quizá deba escribirla Pre-Esencia) que carga con su propio fragmento de inmortalidad – ¿Será más peligroso que desnudar tu cuerpo en una de estas madrugadas? – «Quizá ambas cosas son igual de peligrosas» dijo ella, sin restarle fuerza simbólica a su estilo de vida y trayendo un poco de ardientes Llamas en sus palabras: «Yo lo que veo peligroso es la tendencia mundial de la gente que va enamorada de la imagen y no de la esencia» – Creer en el encanto frágil de las cosas y en la belleza de lo inconsistente, de lo improbable y del enamoramiento performance (Te recuerdo como la primera persona que conocí cuando regresé de la ciudad mientras yo podía ser un trapo sucio para caer en sociedad emocionalmente adulterada, pero ahora las esencias son otras) – Vacaciones de semana santa en que hubo mucho alcohol, desmadre y terminamos perdidos el uno del otro, escuchando primero la gente que salía de la iglesia rezando y se dirigían en la noche a cantar boleros en una barra de bar – Al final regresar a la realidad que te dice: Acuérdate de comprar tu ropa, recoger los platos, salir a tirar la basura, coger a mitad del silencio de las madrugadas, sobrellevar el retorno a la mediocridad, salir a caminar, amar porque se presupone que se puede amar una vez más y ser… Ser – El nuevo milenio de lo básicamente superficial – Por eso creer en la palabra Esencia es la decisión de nuestros dilemas en una época en que lo importante ya es inaprensible – Igual que las frases sueltas de Yoshida Kenkō en una pared dispersas a manera de puzzle creativo para encontrar en ellas la Esencia de una palabra – Inaprensibles matices de la fuerza de una composición universal y adquirida sin saber cómo, sin saber por qué, pero sin dejar de creer – Creer en la palabra Esencia, ahora sabes que solo de eso se trata. 

jueves, 13 de abril de 2017

Una historia del Chico Flor

(Esta historia que se publicó en la revista electrónica Piensa Libre de Puerto Vallarta. Aquí el link: https://www.facebook.com/PiensaLibreCuCosta)

Le decíamos el Chico flor…
Tenía nombre, pero yo nunca conocí a nadie que lo llamara por su nombre. En realidad eso no era lo más extraño. Lo extraño era su cabeza. Durante su infancia, del cuello para abajo tenía todo el aspecto de cualquiera de nosotros, pero en lugar de una cabeza tenía un botón de flor. Y solo hasta llegar a la adolescencia, ese botón comenzó a abrir hasta convertirse en una radiante y aromática flor con pétalos en lugar de cabellos. Al principio este hecho no le incomodaba para nada y entre nosotros, no pasaba de ser un extraño, pero cercano compañero de clases. Ya nunca lo molestábamos, y cuando alguien trataba de sobrepasarse por su aspecto, el chico flor sabía defenderse solo. Pasó, como muchos, una etapa de malas bromas en la escuela; ya que era inevitable con tan semejante singularidad. Pero nada que no superara demostrando una elaborada suspicacia ante la situación.
Pero, lo que realmente le afectó en cierto momento, fue tratar de establecer una relación formal con una chica. Era obvio que acaparaba las miradas de muchas de ellas, pero no como el chico flor quisiera. Algunas chicas se sentían atraídas por el aroma que de entre sus pétalos emanaba y su belleza intrínseca. A otras les gustaba que fuera amable y muy limpio (esto último, me contó una vez, como resultado de conservar lo más fresco posible su cabeza para que no se fuera a deteriorar). Pero ninguna chica se había atrevido a ser su pareja por considerarle más un fenómeno que un buen partido.
En cierta ocasión, el chico flor le preguntó a la chica que le interesaba, cuál era su mayor problema al salir con él. A lo que la chica le respondió:
     No es  que veamos algo malo en ti, chico flor; pero en realidad ninguna mujer quiere tener algo que ver con alguien que, a final de cuentas, es mitad hombre y mitad vegetal.
     Pero a las mujeres les gustan las flores, ¿no es verdad? – dijo el chico flor.
     Sí, pero las flores que nos regalan los hombres se marchitan a los tres días. Se acaban. Y entonces nos tienen que regalar más para que el amor que sentimos por ellos no se marchite, igual que esas flores.
Entonces el chico flor se quedó callado un momento pensando en lo que le había dicho. A los días, en la puerta de la casa de la chica, amaneció un bulto de diez cadáveres envueltos hasta la cabeza y amarrados a manera de un ramo entre los cuales se encontraba una nota que decía:
“Querida, te regalo este ramo de hombres, que yo mismo he preparado, para que seas feliz con ellos hasta que se pudran”.

Luego de eso, ya nadie supo nada del Chico flor. Y en la escuela, todo el hecho se comentó por algún tiempo de forma recurrente hasta quedar sepultada en el boca a boca y pasar al repertorio de leyendas de la institución.

domingo, 9 de abril de 2017

Un post-Teaser de un fragmento de las ficciones con Soundtrack



Este es una producción de un fragmento de la Ficción "Extraña Sensación" 
Esto realizado como un agradecimiento a los grupos involucrados en la edición de esta obra
como son Escaletra, Nextic Studio, y a toda la gente que ha aportado hasta con el más mínimo detalle por este proyecto
Un Post-Teaser como un agradecimiento simbólico.