jueves, 22 de junio de 2017

DEBAJO DE LA LÍNEA: Capítulo 4.- Imperturbabilidad


¡No vuelvas!

Quédate allá y vuelve a contar las cosas que te hicieron sentir por algún momento… No sé, lejos, quizá sea la palabra – Lejos, vaya palabra – No tengo buena memoria, lo admito (sonrisa real), pero estoy peor que si estuviera mal de recordarlo – Como si todo sucediera dentro de un storytelling para aprender a decepcionar “otra vez” – No tengo buena memoria, pero la realidad se queda, partícula a partícula, impregnada en mi cabeza y de pronto se revela nuevamente como un proceso fotográfico en la mente – Real como la Dama – A veces no te das cuenta del descenso, pero de repente ya andas muy por debajo de la línea... Hablo exageradamente, pero a la vez siendo sincero sobre lo que uno mismo decide – Nadie diría que por dentro estoy compuesto de algo complejo y bello que flota en sobre una esencia incolora e insonora (sonrisa forzada); insípida como una vida sin muerte, pero vital como una muerte de algo a fin de cuentas – Ahora insistiendo en los atardeceres lluviosos sobre una terraza mientras encuentras las escenas más escalofriantes de la soledad en tu cabeza y se proyectan hacía las nubes hasta el anochecer, cuando cada gota que se estrella sobre tu cara proyecta una escena del storytelling de cómo aprender a decepcionar con todas las fuerzas (sonrisa fatal) – ¿De verdad vale la pena prepararse para eso? – El corazón más crápula diciendo que la humanidad siempre va a llorar como es debido – Cómo siempre, sintiendo lo que sus emociones desborda – Sintiendo que el único estado ingobernable es la razón de seguir con cosas como estas – No necesitas saber más de lo que te digo y que alguna vez yo escuché de los que están arriba de esta línea – Que sepas que los pasos que sigas son para crear un mundo mejor – Que sepas que estas en el mundo por un propósito real, no por lo que juegas – Lo que tú necesitas es aceptar una situación (sonrisa real) en la que sepas que tu felicidad tiene un rostro, cuando tu rostro tu rostro también está feliz por alguien más – Que la felicidad sea compartida (sonrisa admirable) – Que mi felicidad se quedara en algún rostro además del mío, aunque esté lejos de todo – Quédate así y vuelve a contar las cosas que te hicieron sentir por algún momento… No sé, lejos, quizá sea una buena palabra – Lejos, vaya palabra – ¿De verdad crees que vale la pena estudiar más el caso para esto? Eso qué más da – Recuerdo que el mundo me dijo un día: Quédate lejos y solo vuelve a contar las cosas que te contaron alguna vez; pero TÚ nunca vuelvas. Nunca escuches acerca de la vida arriba de la línea (sonrisa del Karma) – Quédate con lo que te contaron y no exijas ni un solo secreto más – Se puede vivir de estar muriendo, pero sin la muerte de las emociones y las ideas – Recuerdo que el mundo me dijo alguna vez un secreto importante: “Vive aunque sea de estar muerto, y no juegues nunca con la muerte de tu esencia” – Y es cierto, lo recordé cuando ella dijo: ¡No vuelvas!, Pero no se dio cuenta de que regresar, después de pasar por debajo de esta línea, no era una cuestión de opción a final de cuentas. (Sonrisa prometida).

Ya no había formas. Y la imperturbabilidad de la situación, era testigo. (No sonrie)



sábado, 3 de junio de 2017

DEBAJO DE LA LÍNEA: Capítulo 3.- Crápula, la pesada materia del universo de mi pensamiento.

¿Alguien vio mi cerebro anoche? (carcajada interna)
¿Alguna interpretación directa?, Bueno admito que me equivoqué en un chingo de cosas; pero eso no importa ahora (a cierta altura de las situaciones, pocas cosas son importantes realmente; y a menudo esas pocas cosas las olvidamos) – Basta con hacer un poco de memoria y todo se detiene en un limbo de advertencias – Recuerdo cuando estábamos cogiendo en tu recámara y entró de imprevisto tu hermano mayor, mientras que de fondo sonaba A Day in the Life de los Beatles – Si tú me dices que tu corazón es noble y gitano, el mío es lo más parecido a un crápula, un viejo apostador que solo se sabe algunos viejos trucos para convertir la realidad en otra; para convertir las viejas bromas en nuevas –  Convertirme en parte de esta broma mientras trato de entenderte ahora (carcajada interna), es como preparar la receta de un desastre: Toma un gran trozo de pasado y quitar la piel de las partes más felices, sumérjalo por alguna horas en melancolía. Después tome unas rodajas de advertencias y mézclelas lentamente con una buena cantidad de anhelos picados de futuro; se recomienda usar anhelos frescos, porque suelen perder su sabor los que están un poco pasados. Enseguida escoja una escena caliente con la persona que se acostó la última vez para empezar a cocinar a fuego alto...  – Bueno después de eso ya no recuerdo que más se hacía, quizá por eso siempre me quedaba algo crudo mi pasado y mi vida se convertía en un cúmulo de advertencias – Crápula saliendo de un viejo drama – De verdad trato de entenderte, y lo intento con bastante anhelo... pero la otra verdad es que ni yo me entiendo a veces haciendo algunas cosas que hago últimamente como caminar, hablar con la gente, trabajar, mensajearte, salir solo de noche los viernes, ver una serie por Netflix, leer tus mensajes o leer otro libro (Carcajada eterna al convertirme en parte de esta Broma) – Trato de entenderte, pero la verdad es que ni yo me entiendo ahora viendo mi realidad desfragmentándose y a mi familia muriendo lentamente.. así que no me culpes si ahora me quedo sin razones para conocernos más en este momento o intentar arreglar el universo con lo poco que nos queda de amor – Ni el maldito A Day in the Life de los Beatles puede servir para cubrirnos al terminar reconociéndonos dentro de un desastre este Sad-bado de Junio – El día que lo encuentre, querida, te invitaré una copa de elixir de la carcajada eterna – Pero mientras, que casi llego a un nivel de inmunidad contra la locura (carcajada interna) solo trato de pensar dónde pudo haber quedado mi cerebro, con la pesada materia del universo de mi pensamiento,  anoche (carcajada eterna).