Except
when it began
I was so happy I didn't feel like me.
-Scott Walker
-Scott Walker
01. Seducción, detrás de los secretos. Caminar dando
vueltas por el centro de la ciudad hasta la madrugada. De parque en plaza y de puesto
en puesto. Tania Volpez me acompaña, o yo la acompaño a ella. Seducción, ¿cómo
pretender acercarme a tu generación?
02. Ahora solo quedan esos tres cuadernos:
uno de rayas y los otros dos de dibujo. Los tres están llenos de tus garabatos
y otras cosas de ti que se quedaron secretamente guardados. No sé si me doy a
entender al decir que siempre pensé en que eres una persona con la posición
para convertirte en un maestro de la vida, pero que aún no está fundada tu
escuela.
03. Solo cuando has tenido un contacto tan cercano con alguien, cuando
llegas a conocer ese lado tan íntimo de la persona, es que se logran descifrar
los gestos más triviales. En medio de la noche, por un rumbo que ya habíamos
pasado anteriormente, ella propuso sentarnos en unas escalinatas poco
iluminadas.
04. Alguna vez Tania Volpez condujo su Aprio por un sendero
nocturno hasta llegar a la desembocadura de un río. El nombre del río me lo
dijo, pero ahora no lo recuerdo. Las luces del auto eran lo único que
iluminaban esa noche cerrada. Entonces sacó de la cajuela de su auto una caja
llena de cosas y las dejó en el suelo. En una esquina del parabrisas trasero
hay una calcomanía pegada que dice: “On your own again” Himno de nuestra
generación. Tanía Volpez arrastra la caja hasta un lugar seguro y seco.
Toma un bote de aceite y fósforos, y procedió a prenderle fuego. El calor, y la
escena en ese momento, la hicieron sentir muy bien.
05. En esas horas
recorridas por los rincones de la casa, en la que ya no te asomas y en la que
se quedó un aire suspendido. Antes pasamos horas tirados en ese piso dónde
ahora se acumula el polvo. Los momentos
trascendentales, pasan desapercibidos en el instante en que ocurren. Uno de tus
abrigos que me obsequiaste para cubrir la mayoría de mis palabras frías. Una
habitación que nunca se sintió igual sin ti y tus noticias que llegaban de las
calles cuando ya no estabas aquí. Aun así aun pude escribir la carta de amor
más sincera que nunca antes creí que le escribiría a alguien. ¿Cómo cambiar la
dulce atención?
06. Ninguna palabra es inocente; antes creía saberlo mejor ¿No
sabes que ahora soy como el hombre más vacío del mundo? Me veo en uno de los
reflejos de la casa y sonrío. Tratando de imaginar que te veo detrás de mí.
Enseguida pongo un disco que a ambos nos gustaba. Me siento más joven y
vigoroso pensando que estás conmigo. ¿Cómo escribir la historia que englobe una
relación así después de lo que pasó? Todo en lo que antes creía ya no existe,
todo en lo que creo ahora tampoco.
07. Tania Volpez toma una piedra y la arroja a la mitad del cauce del río tratando de calcular, con el sonido de la piedra al caer, la profundidad de este. Una voz detrás de ella la hizo voltear… “¡Ah, eres tú!”, exclamó.
07. Tania Volpez toma una piedra y la arroja a la mitad del cauce del río tratando de calcular, con el sonido de la piedra al caer, la profundidad de este. Una voz detrás de ella la hizo voltear… “¡Ah, eres tú!”, exclamó.
08. Seducción en desvelo de las compañías. En las
escalinatas me dijiste que siempre amabas de manera instintiva. Que tu forma
golpeada de decir las cosas era tu especialidad. Que no te gustan los abrazos
ni las mordidas. Que lo mejor es saber lo que uno quiere, para que el otro sepa
como complacer en la cama y que “solo cuando has tenido un contacto tan íntimo
con alguien, cuando llegas a conocer un lado tan profundo de la persona, es que
se logran descifrar sus gestos más triviales”.
09. Dejando de lado lo
significativo de las fechas, todo parece en su momento iluminado como en el
plató de una película: gran angular, primer plano, instantáneas, enfoques,
detalles nítidos, intensidad, imágenes, imágenes, imágenes...
10. Me dirijo a
la cocina y preparo ese platillo de pasta que muchas veces preparamos juntos.
Brindo con una copa de vino al lado de tu fotografía. Veo uno de nuestros
videos que grabé con el viejo celular en un concierto y en el que nos veíamos
jóvenes, extasiados y sonrientes. Le vuelvo a dar play mientras recojo la mesa
y de fondo se alcanza a escuchar tu voz coreando una de las canciones. Lo que
mi ojos me dicen al tratar de recordar hace cuánto tiempo fue; mi corazón lo
traduce diciendo que no pareciera que fue hace tanto.
11. En la ausencia aún se
puede ver una chispa que es muy pequeña para darnos calor, pero nos deja con la
expectativa de convertirse en una hoguera. De pronto me surge esa sensación
sardónica que no me abandona nunca y que casi nadie entiende, pero que en más
de una ocasión me ha salvado de morir asfixiado por mis propios pensamientos. Y
es algo que, bajo algunas circunstancias serias, tampoco casi nadie puede
hacer. Tres cuadernos sobre la cama. Hoy los hojeo y al final de uno de ellos
me encuentro una nota doblada de manera secreta “Tu carta la he quemado hoy”.
12. Seducción, detrás de los secretos. Caminar de nuevo por la pieza de tu
corazón y terminar dando vueltas por el centro de la ciudad hasta la madrugada,
cuando todo se apuesta y nada se gana. Puede que hayamos sido jóvenes y
valientes. Puede que lo más preocupante sea siempre perder lo segundo. Puede
que envejecer no tenga nada que ver con ganar o perder; sino más bien en volver
a amar.
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