Cercano
está el dios, pero difícil es captarlo.
Friedrich Hölderlin
Friedrich Hölderlin
2.30 a.m.:
Él: Ahora, escuchando que te gusta la belleza en sus distintas formas, digo que deberíamos empezar a besarnos.
Él: Ahora, escuchando que te gusta la belleza en sus distintas formas, digo que deberíamos empezar a besarnos.
Ella: No hagas que
perdamos nuestra amistad.
Él: Podríamos
besarnos y seguir siendo amigos.
Ella: ¿Con qué objeto
haríamos eso?
Él: Por la
belleza, o su grado de belleza. Supongo que eso es lo que hace que empiece
todo.
Ella: ¿Empiece
qué?
Él: El no
gusto después de probar.
Ella: ¿El no gusto? No
te entiendo.
Él: Quiere
decir que no siempre vamos a entender lo que en el fondo realmente nos gusta. Y que
lo que probemos muchas veces no significa que nos vaya a gustar para siempre.
Ella: A ver, entonces,
¿no nos tiene que necesariamente gustar todo lo que entendemos?
Él: Así es. En
ocasiones lo que no entendemos tendemos a rechazarlo. Por ejemplo también
Byung-Chal Han lo dice “No todo debe ser comprendido y gustar”. Así la fórmula
de la belleza o del gusto está realmente en el enigma de un objeto cubierto y
no en el objeto mismo. Como la ilusión de un regalo.
Ella: ¿Quieres decir
que la belleza es superficial?
Él: Yo creo que Han
se refiere un poco a que la belleza se vulgariza por varios medios. Y que se
encuentra más en otras formas sutiles y espontáneas... Por ejemplo yo no voy a conocer tu belleza por responder
un test en Facebook que diga cómo conocerte mejor. La
belleza actúa de forma discreta. Casi en una forma
de misterio. Aunque puede convertirse en una adicción a la incertidumbre.
Aunque parezca mentira, puede convertirse en hábito. El ya no saber que esperar
de la nada.
Ella: Bueno eso
si, a veces la belleza sorprende en
lugares inesperados.
Él: Y hay que estar
siempre atentos…
3.30
a.m.:
Él: Ahora confirmando que te gusta la belleza en sus distintas formas, digo que deberíamos empezar a besarnos.
Él: Ahora confirmando que te gusta la belleza en sus distintas formas, digo que deberíamos empezar a besarnos.
Ella: ¡Olvídalo
ya!
5.30 a.m.:
No hay comentarios:
Publicar un comentario