¡No vuelvas!
Quédate allá y
vuelve a contar las cosas que te hicieron sentir por algún momento… No sé,
lejos, quizá sea la palabra – Lejos, vaya palabra – No tengo buena
memoria, lo admito (sonrisa real), pero estoy peor que si estuviera mal de
recordarlo – Como si todo sucediera dentro de un storytelling para aprender a
decepcionar “otra vez” – No tengo buena memoria, pero la realidad se queda, partícula
a partícula, impregnada en mi cabeza y de pronto se revela nuevamente como un proceso fotográfico en la mente – Real como la Dama – A veces no te das
cuenta del descenso, pero de repente ya andas muy por debajo de la línea...
Hablo exageradamente, pero a la vez siendo sincero sobre lo que uno
mismo decide – Nadie diría que por dentro estoy compuesto de algo
complejo y bello que flota en sobre una esencia incolora e insonora (sonrisa
forzada); insípida como una vida sin muerte, pero vital como una muerte de algo a fin de cuentas – Ahora insistiendo en los atardeceres lluviosos sobre una
terraza mientras encuentras las escenas más escalofriantes de la soledad en tu
cabeza y se proyectan hacía las nubes hasta el anochecer, cuando cada gota que
se estrella sobre tu cara proyecta una escena del storytelling de cómo aprender
a decepcionar con todas las fuerzas (sonrisa fatal) – ¿De verdad vale la pena prepararse
para eso? – El corazón más crápula diciendo que la humanidad siempre va a
llorar como es debido – Cómo siempre, sintiendo lo que sus emociones desborda –
Sintiendo que el único estado ingobernable es la razón de seguir con cosas como
estas – No necesitas saber más de lo que te digo y que alguna vez yo escuché de los que están arriba de esta línea – Que sepas que los pasos que
sigas son para crear un mundo mejor – Que sepas que estas en el mundo por un
propósito real, no por lo que juegas – Lo que tú necesitas es aceptar una situación (sonrisa
real) en la que sepas que tu felicidad tiene un rostro, cuando tu rostro tu rostro
también está feliz por alguien más – Que la felicidad sea compartida (sonrisa admirable)
– Que mi felicidad se quedara en algún rostro además del mío, aunque esté lejos
de todo – Quédate así y vuelve a contar las cosas que te hicieron sentir por
algún momento… No sé, lejos, quizá sea una buena palabra – Lejos, vaya palabra –
¿De verdad crees que vale la pena estudiar más el caso para esto? Eso qué más
da – Recuerdo que el mundo me dijo un día: Quédate lejos y solo vuelve a contar
las cosas que te contaron alguna vez; pero TÚ nunca vuelvas. Nunca escuches acerca
de la vida arriba de la línea (sonrisa del Karma) – Quédate con lo que te
contaron y no exijas ni un solo secreto más – Se puede vivir de estar muriendo, pero sin la
muerte de las emociones y las ideas – Recuerdo que el mundo me dijo alguna vez un
secreto importante: “Vive aunque sea de estar muerto, y no juegues nunca con la
muerte de tu esencia” – Y es cierto, lo recordé cuando ella dijo: ¡No vuelvas!,
Pero no se dio cuenta de que regresar, después de pasar por debajo
de esta línea, no era una cuestión de opción a final de cuentas. (Sonrisa
prometida).
Ya no había
formas. Y la imperturbabilidad de la situación, era testigo. (No sonrie)
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