La vida fuera de la vida, pero con pensamientos que vienen desde adentro.
Primero un
concierto de grillos atravesando en auto por los cerros, después un accidente
por el km. 42; Antes de llegar a un concierto de Deftones. Antes, llegar al
departamento por Av. Patria. Después llegar a cenar y tomarnos una nueva modalidad de fotos: "Chelfies" (al principio no sabíamos cómo salió el termino, pero luego alguien dijo que eran Selfies con Chelas), luego llegar a acostarnos, y ver a Coreano etéreo que te ve dormir y un
perro-rata que no te deja dormir con sus chillidos. Primero unas tortas
ahogadas con Jimmy, luego todos gritando JIMMYYY!! por todos lados. Algunas
visitas, quinielas para esa noche y videos de Royal Blood en el depa. Luego
salir directo al BMLS showcenter. Antes comprar una pizza y cerveza para
esperar en la fila. Luego se acabó todo, la pizza, la cerveza, la paciencia y
llegaron las ganas de sentarse, lo atónito de ver que la fila daba vuelta en O
(si vuelta en O) por una avenida privada para llegar a la entrada (dos horas).
Hasta que por fin, los Deftones (sin palabras, solo gritos y saltos y emociones
para disfrutar). De vuelta al depa, cansados y concluyendo con una corta charla
y a dormir todos totalmente destruidos. Al otro día, desayuno, salida al parque
rojo; cortar unas naranjas agrias y llegar a un café donde la encargada prepara
una bebida deliciosa con fresa, agua mineral, vino tinto y las naranjas que
había traído y que no se podían comer. Al final, la bebida terminó llamándose "Naranchata". En
el lapso de ese día se suscitó un encuentro nocturno, inesperado pero ahora, al
menos para mí eterno. Cálido como una charla y progresivo como una balada en
crescendo. Al otro día, salir temprano, llegar al departamento, desayunar,
bañarme y salir a Ediciones Arlequín donde se charla amena y amigablemente de
literatura con personas encargadas que llevan su trabajo de manera profesional
y clara. Después caminar y caminar y caminar. Luego una buena salida al Cine,
con agradable compañía y una película que nos recordó que solo vivimos de
recuerdos. El atardecer de ese día por La Normal. Luego una junta de viejos
amigos por el centro, platicando y recordando algunos eventos. La clase del
alcohol que no se nos acaba nunca. Ahí en el sentido de la plática sobre
inteligencia y existencia. Salimos hasta las 5 de la mañana de ese lugar. Solo dormí
unas horas en casa de una amiga y regresé al departamento de Av. Patria. Primero de mes de Noviembre, salida por un
café con Verso, y con su familia, por Chapultepec. Hasta llegar la caída de la
noche nuevamente. Luego la puesta del altar en el depa, me tocó comprar un pan
de muerto y las cervezas. Terminó esa noche, con una plática con esa mujer que
me recibió acerca de su tradición de poner altares y sobre el cambio que ha ido
pasando desde hace unos años desde que se mudó a la ciudad de Guadalajara. Nos
dio la madrugada hablando de eso, yo sentado en la sala y ella parada en la
puerta mientras le tomaba a su cerveza y fumaba. Luego dormimos. Al otro día
salí para Aguascalientes a buscar un nuevo panorama y un buen amigo que me
recibiría en ese estado. Antes el viaje por BlaBlaCar con un padre de familia,
de mi edad, que compartía el gusto por la música y su análisis emocional. Al
llegar a Aguascalientes me encuentro con ese amigo que me mostró por dos días
la ciudad y su ya familia adoptiva de su pareja. Bares, jardines, edificios
históricos, patios célebres, chascas, anécdotas con tamales, comidas en clubs
sociales acompañados de pizzas y cervezas. Una visita al museo de Guadalupe
Posadas en el patio del Encino con un
concierto de un grupo de Sones, Huastecas y Corridos alegóricos al día de
Muertos. Al final, camino de regreso a la central para regresar a Vallarta.
Antes una parada en Guadalajara, para despedirnos de los que nos recibieron nuevamente
en las ciudades mutantes y cenizas llenas de senderos con historias para vivir
y darnos cuenta de que hay veces que somos como animales que pensamos solo para
complicarnos la vida... La vida fuera de la vida, pero con pensamientos que
vienen desde adentro. Nadie es
consciente de mi consciencia. Y aun
cuando mi consciencia se acabe, es lo único que podría transmitir después de
que yo muera. Hasta ahora, eso parece
ser lo natural. Esto es un tributo a esa naturaleza que me acompañó en este paseo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario